Y esta es la historia de un individuo que apre-endio como lorito, sin nunca cuestionar, paso su edad escolar sin investigar, le castraron su creatividad.
Como nunca investigo, nunca propuso, nunca cre-o. Con el correr de los años solo adapto y enlato ideas, juicios, métodos o sistemas de alguien mas. Razón por la cual obtuvo un master en envidia en grado de criticón. Llego la era digital, las redes sociales, mostraba su talante comparativo de otros sistemas, otras ideas, otros países, copias o imitaciones maquilladas mediocremente con ligeros tintes de realidad nacional. Sucede que era Guatemalteco, era MesoAmericano, era Latinoamericano. Su mayor virtud, no pensar, imitar; se acomodo tanto al no pensar, al no crear, al no replantearse ni cuestionar; que así traslado sus genes; visiones, cosmovisiones, ideologías, políticas y religiones, desde tiempos jurásicos que cada era le trajo un nuevo precepto: alguien nuevo a quien culpar. Invasión, conquista, política, élites, clases, estratos, siempre algo nuevo para no pensar para no crear.
Re-crearse y Educ-acción, son nuestras asig-natura-s pe-n-en-dientes.
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