Después el silencio
Dispararon.
Dispararon en la noche
el fuego resonó por las calles
como una estampida,
se metió por las ventanas,
por las rendijas.
Dispararon
alguien cayó rendido afuera
de mi casa, en mi acera
(que difícil es cargar el peso del plomo en la espalda)
alguién se vino abajo.
Quizás cayó de rodillas
implorando una última bocanada de aire
pero en cambio se tragó todo el frío
de la muerte.
Quizás cayó de rodillas
rendido
pero lo encontraron tendido sobre un charco
de agua y sangre.
Dispararon
solo los perros salieron a ver
contestaron
ladrido con ladrido
ladrido de bala con ladrido de miedo:
después el silencio.
(Pablo Hernández M.)
1 comentario:
hola q tal muy buen material mucho gusto mi nombre es jose milian de baja verapaz espero y estemos en contacto...
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